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La reacción

viernes, 9 de enero de 2009

Hay un término político que me causa particular gracia, el de revolución conservadora. Dicho término pretender englobar el conjunto de actuaciones ideológicas de época de Reagan como contraposición a los modelos progres imperantes, e incluso socializantes de un mundo en el que aún había muchos pardillos que se creían que detrás del telón de acero repartían caramelos.

No entraré en profundidad sobre dicho asunto, me interesa esencialmente el envoltorio, el nombre. La revolución conservadora nació con el fin de sacudirse el predominió ideológico de las vertientes izquierdistas del momento. Sin embargo y a pesar del éxito relativo de su tentativa en su propia denominación arrastra los efectos de ese predominió de la izquierda.

¿Puede una revolución ser conservadora? en mi opinión no, son términos contrapuestos, casi contradictorios. Lo conservador como su propio nombre indica implica la conservación, en este caso de preceptos morales, políticos, sociales y económicos. La revolución viene siendo interpretada como una subversión precisamente de ese orden establecido y una innovación en toda clase de valores, o de algunos de ellos al menos.

Cuando piensas en revolución te vienen a la mente la francesa, la americana, la rusa, incluso la inglesa o la cubana. Ninguna de ellas de caracter conservador.

No es menos cierto, que la revolución conservadora pretendía terminar con muchos de los valores predominantes en la sociedad de su momento, pero no para imponer unos nuevos, sino para proponer unos valores ya existentes, anteriores.

La lucha entre lo antiguo y lo nuevo en ocasiones puede llevar en ocasiones al simplismo de creer que lo nuevo es mejor por el mero hecho de serlo, es falso y asumir esa falacia es un rasgo de complejo ideológico.

Seguramente bajo el término de revolución se trato de camuflar como una inovación algo que no lo era, o simplemente se sucumbio a la semántica del modelo ideólogico imperante.

El caso es que no creo que pueda hablarse en ningún momento de revolución conservadora, sino que una contraofensiva conservadora debe ser denominada reacción conservadora, qué es lo que es.

Los conservaores no pueden ser revolucionarios(por mucho que les gustase a las zonas liberales del movimiento) los conservadores deben ser reaccionarios.

La revolución conservadora buscaba presentar una alternativa al consenso ideólogico, pero lo hizo desde la sumisión semántica.

1 comentarios:

Soria dijo...

Deberían leer este post en NNGG.

9 de enero de 2009, 13:28

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