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La ficción insostenible

lunes, 27 de abril de 2009

La idealización de la realidad es propio de sociedades en descomposición, con graves taras en sus valores y en su capacidad de superación y lucha, la idealización es un estado mental pre o post racional.

España tiene una historia contemporánea realmente complicada y convulsa, la idealización y la calma sin duda han colaborado a crear por fin una sociedad europeizada. Sin embargo el precio de esa modernización que tan tarde ha llegado tiene un precio terrorífico.

La felicidad ilusoria en la que estamos encaramados, negándonos con todas nuestras fuerzas a abandonar tiene un precio que crece día a día, nuestra prosperidad no está siendo aprovechada para gestionar un futuro mejor y de continuidad de esta prosperidad, sino para dilapidar dinero y retrasar lo inevitables a momentos peores cuando la tensión vaya a ser mayor.

Tenemos un costo político inmenso, nuestra clase política desde la jefatura del estado hasta los ayuntamientos hace gala de un derroche que asusta, no hay alcalde de localidad medianamente apreciable que no tenga una lista de 10 asesores y una ristra de cargos de confianza aun más extensa pagada a cargo de todos.

No digo que este mal o este bien, porque estaría muy bien que el dinero cayese del cielo, pero eso no sucede y mandar un zepelin a tirar billetes para que lo parezca es una medida que llenará de alegría a los vecinos durante un rato, pero arruinará las arcas públicas.

España tiene un sistema político descaradamente derrochador tenemos 350 diputados, unos 15 ministros y todos ellos con cargos de confianza y asesores, no digamos la absolutamente disparatada cifra de centenares de asesores que se daba para le presidente del gobierno. Pero es que además debemos mantener otros 17 parlamentos, con sus respectivos gobiernos, asesores, cargos de confianza... y debemos mantener otras tantas corporaciones locales en iguales condiciones y debemos mantener casi un centenar de eurodiputados más.

Además de todo ello, por si fuese poco, debemos mantener los partidos, sindicatos y asociaciones de cualquier clase que tengan determinada cercanía con el poder público.

A esto cabría añadir el sistema de protección que necesitan los cargos y los ex cargos políticos.

Un dineral, luego nos dicen que las pensiones están en riesgo, ¿las suyas también?

Es este gasto suntuario de los poderes públicos la parcela en la que el estado debe reducir sus gastos, al igual que en los gastos extravagantes de nuestros gobiernos desde coches, a reformas, pasando por embajadas.

En primer lugar es un absoluto derroche tener 150 personas para que aprieten el mismo botón por la disciplina de partido (cuestión con la que estoy en contra) para eso se otorga la representatividad de cada formación al portavoz de cada grupo y listo, dejándose en cada parlamento un equipo reducido de personas por partido.

En segundo lugar creo que el sueldo a los políticos es algo muy discutible, en primer lugar permite que gente sin interés real en la acción política entre en la misma como forma de ganarse la vida. En segundo lugar crea una dependencia de la nómina, en definitiva del partido (como si pagasen ellos) que impide una independencia de acción real y en tercer lugar porque acostumbra al político a que es legítimo una redistribución por su trabajo, dudo que un buen sueldo pueda impedir una corrupción multimillonaria. La política debe ser un servicio público gratuito al menos en los escalones bajos de dicha acción, como las concejalías, las alcaldías e incluso los cargos de diputado regional o las diputaciones.

El ideal es que no cobrase absolutamente ningún cargo, pero eso limitaría la capacidad de ejercer los que requieren dedicación exclusiva a aquellos que no tienen obligaciones laborales, podrían encontrarse soluciones intermedias como las becas.

Además de ser una medida regeneradora y aliviar al erario sería una forma de evitar que la gente se perpetuase indefinidamente en el poder.

En tercer lugar se debe tener un control muy exhaustivo de los gastos del ejecutivo, sería precisa una política de austeridad que permitiese mantener la dignidad del cargo y la seguridad. Para ello no vale confiar en los políticos, sería preciso contar con una prensa dispuesta y comprometida en esta batalla al margen de colores políticos. Igualmente se debería fijar por ley el número de cargos de confianza y asesores que podría tener que cada cargo electo, con sueldos uniformes y en número dentro de la lógica.

En cuarto lugar creo que debería eliminarse la cultura de la subvención, empezando por los propios partidos, los ciudadanos cuando quieran apoyar una causa se suscribirán a la asociación de turno para darle la ayuda que consideren, no es de recibo que nos obliguen a subvencionar organizaciones con las que no compartimos nada, ni incluso aquellas con las que compartimos todo.

Los partidos deben buscar sus propias fuentes de financiación, al igual que el resto de organizaciones, tener una contabilidad clara y vivir según su capacidad. Ni más ni menos. Si que deberían garantizar mientras sean financiados por todos una democracia interna absoluta, algo que ni sucede ni sucederá.

Este último aspecto es el más urgente, no solo con los partidos sino con toda la recua de subvenciones a cualquier tipo de organización, un paso intermedio positivo podría ser el sistema de la casilla utilizado con la Iglesia, sería un avance.

El estado de bienestar es viable, lo que no es ni puede ser viable es el derroche político, que podría reducirse sin duda con la eliminación de las autonomías, un invento ineficaz, caro y diferenciador...pero eso como decían en Conan ya es otra historia.

3 comentarios:

Javi dijo...

Te voy a agregar a mi Google Reader porque siempre se me escapa cuándo actualizas, y cuando quiero comentarte ya han pasado días y la entrada no está fresca XD

30 de abril de 2009, 4:10
Javi dijo...

Por cierto, gloriosa entrada sobre Federico.

Y el público pide, oh Andrés, que te mojes en tu próxima entrada disertando sobre para quién irá el voto del gran JAB en las próximas elecciones, si es que irá para alguien. Cotilleo voteril, por favor, lo pide la plebe.

30 de abril de 2009, 4:18
Darío Dossoles dijo...

xDD

Gracias amado pueblo drazentiano xD

Mi voto es algo incierto, pero como decia en mi entrada de los mismos cabrones de siempre, seguramente termine votando lo unico con posibilidades de salir.

30 de abril de 2009, 14:16

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