Gurtel desenmascara las diferencias entre izda y decha

En el caso Gurtel se están viendo con notable nitidez las claras diferencias entre la izquierda y la derecha, tanto de la política como de la "civil".

Al margen de la cuestión en sí, el choriceo sistemático por parte de los partidos, hay muchos pequeños detalles que caerán en la intrascendencia más absoluta y que me apetece recojer.

En primer lugar resulta curioso el escaso apego que hay en el PP por los compañeros, en cuanto aparece un marrón y uno es señalado, se le estigmatiza, se le carga la cruz al costado y se le hace navegar en solitario y entre los improperios de la "inocente" elite dirigente su particular via crucis. Eso si, se espera, o quizás se exige el cumplimiento de las leyes finales de obediencia debida y la napolitana ley del silencio. A cambio expulsado, abandonado y vilipendiado.

Ni un amago de defensa, ni un gesto de cariño, nada. Una doble moral que espanta las manos "limpias" lanzando pedradas a diestro y siniestro.

Hay que reconocer que en general la izquierda tiene un sentido más desarrollado del grupo y de la lealtad, que si bien pueden darse caso de dirigentes que se olvidan de sus "amigos" es una escala muy inferior y diferente a la mostrada por los ahora "liberales de toda la vida".

Alguién puede pensar que es mejor la opción del PP, yo personalmente lo encuentro de un fariseismo que me molesta.

Una segunda diferencia es el procedimiento de la prensa de izdas y la de dechas, con todas sus miserias la prensa liberal ha dado un ejemplo de que hay que denunciar la mierda de todos, sin embargo la prensa de izda guarda un silencio, no ya complice, casi encubridor sobre los asuntos que no le son interesantes. En todos los medios vemos desde hace meses referencia a Gurtel, pero en contados vemos Mercasevilla o la denuncia de A3 sobre Faisán o por irnos a un tema más reciente la demoledora crítica de la abogacía a las escuchas de Garzón que nos vuelven a colocar ante otro presunto "error" del juez estrella no se si con consecuencias penales o legales para él. De eso nada se sabe, solo silencio. La derecha con todo tiene un talante más abierto y limpio, la izquierda en muy buena medida tiene una concepción mental totalitaria en muchos aspectos y pretende su camino hasta el gran hermano. Son de los nuestros en frase de Guerra y en esas por desgracia estamos, no buscando la limpieza de la corrupción, sino la utilización de la misma en pos del rédito político.

Una tercera diferencia es la ausencia de capacidad política por parte del PP incapaz de limpiar la administración o levantar las alfombras en su victoria frente a la exquisita capacidad del PSOE para utilizar en su beneficio todos los elementos del estado. En esta cuestión ambos se pasan, unos de un lado, otros del otro.

En definitiva las diferencias reales entre PP y PSOE probablemente más que en ideologia se puedan apreciar en los matices de sus actuaciones.

Yo sigo creyendo que Raul debe ser destruido